28/7/09

Amazon accede a los Kindle de algunos usuarios y borra parte de su contenido

 
 

Enviado por jsaldiva a través de Google Reader:

 
 

vía Xataka de WhisKiTo el 18/07/09

Amazon Kindle

Por ahora Amazon no ha indicado nada de forma oficial, pero podríamos estar ante una de las noticias más importantes del año en el mundo tecnológico. Amazon ha accedido a los Kindle de algunos usuarios para borrar ciertos libros.

Concretamente parece que los títulos eliminados han sido '1984' y 'Animal Farm', ambos de George Orwell, de las librerías de todos aquellos usuarios que los compraron con anterioridad. Aún no se sabe si ha sido algo generalizado, o si por el contrario sólo ha ocurrido con unos muy puntuales usuarios. Todo apunta a la primera opción.

El caso es que este problema ha levantado un gran revuelo: Amazon se ha introducido en un dispositivo propiedad de un usuario, de ámbito privado, y no solo eso, sino que por su propia cuenta (y riesgo) ha decidido borrar parte de su contenido, sin consentimiento de quien lo pagó: el usuario del Kindle.

En primer lugar tenemos la grave problemática que cada vez se está mostrando más en los dispositivos de electrónica de consumo: ¿Hasta qué punto el fabricante puede tener acceso a los datos que manejamos? Por ejemplo en el Kindle son libros, pero en un móvil puede ser una cuenta de correo electrónico, que puede llevar a una cuenta bancaria. ¿Hacemos bien en suponer que los fabricantes van a ser buena gente y no van a hurgar en nuestra información privada?

Y otro problema a mayores: ¿hasta qué punto las leyes defienden la privacidad de los usuarios en los productos tecnológicos? No sólo en Internet, sino también en todo tipo de dispositivos del mundo real. En el caso de Amazon y el borrado de esos dos libros, ¿hasta qué punto se penará por la ley americana?

Amazon Kindle DX

En Ars Technica indican las razones por las que Amazon se vio obligado a retirar los libros, y es que parece ser que no existen los derechos para publicar exactamente esos dos títulos bajo unas determinadas circunstancias, entre las que se encuentra Amazon.

Sea como fuere, ¿por qué Amazon decidió empezar a vender esos dos libros? Y mucho más importante, ¿qué culpa tienen los usuarios que los compraron, y por qué finalmente han sido ellos los perjudicados?

Ésto me recuerda, en cierto modo, a un muy curioso error de Dell en Taiwan, donde publicitaron monitores por 15 dólares dando como resultado unos cuantos millones de dólares en perdidas.

Acerca del caso Amazon, Enrique Dans ofrece un punto de vista a mi parecer muy acertado y preciso.

En Xataka | Amazon Kindle


 
 

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Samsung SNE-50K, su primer libro electrónico

 
 

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vía Xataka de WhisKiTo el 27/07/09

Samsung SNE-50K

Partimos de un mercado muy amplio, donde los pequeños fabricantes (por ejemplo Papyre o Zaapa, aunque hay mucho más) están teniendo buenas cifras de ventas frente a los más grandes (Amazon Kindle, principalmente).

Ahora llega otro de los grandes, Samsung, quien ha presentado su primer libro electrónico, el denominado Samsung SNE-50K. De entre sus características cabe destacar la pantalla, de 5 pulgadas, táctil (una ventaja frente a la mayoría de modelos de libros de tinta electrónica) y que funciona con los toques de un lápiz especial. Por ahora se mantiene la tinta electrónica en escala de grises, nada de varios colores.

Samsung ha llegado además a un acuerdo con una librería local para ofrecer inicialmente un amplio catálogo de libros. Por ahora se desconoce cuándo se lanzará el SNE-50K fuera de Corea del Sur, donde se venderá por unos 190 euros. Por ese precio, que llegue cuanto antes a Europa, por favor.

Vía | Engadget.
Más información | Samsung.


 
 

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23/7/09

650 millones de años de deriva continental en poco más de 1 minuto time lapse

 
 

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vía Gizmodo ES de rmcdf el 17/07/09

Este vídeo time lapse de 1 minuto y 20 segundos muestra la teórica evolución del planeta Tierra debido a la deriva continental desde hace 400 millones de años y la supuesta evolución de dicha deriva en los próximos 250 millones de años. La traslación continental me fascinó cuando nos la contaron en el cole, aunque desconozco el respaldo científico que tiene este vídeo, sobre todo en lo que respecta al futuro. En cualquier caso, un vídeo que de algún modo rezuma buen rollo, ideal para cerrar la semana. Lo tienes después del salto.

— Rafa M. Claudín [Boing Boing]


 
 

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13/7/09

Textbook rant

 
 

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vía Seth's Blog de Seth Godin el 14/06/09

I've spent the last few months looking at marketing textbooks. I'm assuming that they are fairly representative of textbooks in general, and since this is a topic I'm interested in, it seemed like a good area to focus on.

As far as I can tell, assigning a textbook to your college class is academic malpractice.

They are expensive. $50 is the low end, $200 is more typical. A textbook author in Toronto made enough money from his calculus textbook to afford a $20 million house. This is absurd on its face. There's no serious insight or leap in pedagogy involved in writing a standard textbook. That's what makes it standard. It's hard, but it shouldn't make you a millionaire.

They don't make change. Textbooks have very little narrative. They don't take you from a place of ignorance to a place of insight. Instead, even the best marketing textbooks surround you with a fairly non-connected series of vocabulary words, oversimplified problems and random examples.

They're out of date and don't match the course. The 2009-2010 edition of the MKTG textbook, which is the hippest I could find, has no entries in the index for Google, Twitter, or even Permission Marketing.

They don't sell the topic.
Textbooks today are a lot more colorful and breezy than they used to be, but they are far from engaging or inspirational. No one puts down a textbook and says, "yes, this is what I want to do!"

They are incredibly impractical. Not just in terms of the lessons taught, but in terms of being a reference book for years down the road.

In a world of wikipedia, where every definition is a click away, it's foolish to give me definitions to memorize. Where is the context? When I want to teach someone marketing (and I do, all the time) I never present the information in the way a textbook does. I've never seen a single blog post that says, "wait until I explain what I learned from a textbook!"

The solution seems simple to me. Professors should be spending their time devising pages or chapterettes or even entire chapters on topics that matter to them, then publishing them for free online. (it's part of their job, remember?)  When you have a class to teach, assemble 100 of the best pieces, put them in a pdf or on a kindle or a website (or even in a looseleaf notebook) and there, you're done. You just saved your intro marketing class about $15,000. Every semester. Any professor of intro marketing who is assigning a basic old-school textbook is guilty of theft or laziness.

This industry deserves to die. It has extracted too much time and too much money and wasted too much potential. We can do better. A lot better.

[Update: got more mail about this post than any other post ever. People pointed to Flatworld and to Quirk, and so far, more than 94% of the letters aggressively agree with me. Most of the people are either students, parents of students, former students or other disgruntled customers that are tired of being ripped off by a senseless, broken system. I also heard from a handful of people who said that I was jealous, that the union won't permit the system to change, that textbooks are really good, that professors are underpaid, that professors are too busy or (possibly and) that I'm delusional. I'll note that not one of these letters came from a textbook user.]


 
 

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10/7/09

Una nueva mirada en la forma de enseñar math!

CrunchPad de TechCrunch

 
 

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vía TecnoGadgets.com de Pilar el 7/07/09

La CrunchPad de TechCrunch tiene una pantalla táctil de 12 pulgadas, WiFi, un grosor de 16 mm y está prevista que salga a la venta por menos de 300$, unos 215 euros aproximadamente.

Os dejo con un vídeo para mostraros su funcionamiento:

Vía Generation MP3


 
 

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Elonex eBook, por 220 euros y precargado con 100 libros

 
 

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vía Xataka de WhisKiTo el 5/07/09

Elonex eBook 600EB

Elonex ha lanzado al mercado el Elonex eBook 600EB, que no viene con notables diferencias frente a otros dispositivos de la competencia pero que trae un precio de 220 euros, bastante interesante frente a los más de 250 euros del Amazon Kindle en Estados Unidos si lo que buscamos es un simple lector de libros electrónico. Además incluye 100 libros clásicos desde fábrica.

El Elonex eBook tiene una pantalla de 6 pulgadas de tinta electrónica monocromo, y su memoria se basa en un slot de memoria SD, incluyendo una tarjeta de 4 GB. Elonex ha llegado a un acuerdo para vender libros electrónicos en la web Borders UK, una especie de Casa del Libro en el Reino Unido, donde inicialmente saldrá a la venta el reproductor.

Los formatos compatibles incluyen TXT, PDF y HTML, además de otros muchos. Por supuesto se podrán descargar libros al Elonex eBook directamente desde la web de Borders UK, e incluso en el manual de uso indican cómo crear tus propios libros a través de software Adobe. En cuanto a la autonomía de la batería, prometen que dura hasta 8.000 páginas (recordemos que estas tecnologías de tinta electrónica no consumen energía cuando el dispositivo está encendido, sino únicamente cuando se cambia de una página a otra).

En TheBookSeller han publicado un breve análisis donde destacan su sencillez de uso frente a otros aparatos similares. En contrapartida hay que decir que pierde algunas funcionalidades como la descarga de contenido de forma inalámbrica (el Elonex eBook sólo puede cargarse a través de USB) y la posibilidad de suscribirse a un periódico y descargarlo automáticamente.

Actualización: el Elonex eBook es el mismo modelo que el iLiber que estuvimos probando hace ya un tiempo. Mismas características, mismo precio pero el iLiber sí está disponible en España

Vía | Gizmologia.
Más información | Elonex.


 
 

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8/7/09

Gramática contra Lengua

Continuamente leo y oigo (a veces incluso escucho) alertas sobre la paulatina pérdida de compresión lectora y eficacia expresiva de los jóvenes en edad escolar. Paradoja que se enfrenta a las sucesivas acciones de mejora sobre los sistemas educativos y la persistente renovación de modelos, supuestamente a mejor, aportando herramientas didácticas, estructuración de los programas y prolongación de la enseñanza obligatoria.

Y sin embargo todo ello parece naufragar lejos de sus objetivos. Reconozco que actualmente mi contacto directo con los niveles educativos inferiores se reduce a poco más que mi experiencia doméstica como padre de una alumna de primaria, pero sí puedo constatar que, en los niveles universitarios y aun postgrado, diplomados y licenciados, las destrezas lingüísticas presentan notables deficiencias.

Nada tiene de extraño: políticos, periodistas y otras voces públicas demuestran cotidianamente que el nivel social, cultural e incluso académico no suponen una panacea para un uso impecable del habla.

En no pocas ocasiones los mensajes apocalípticos culpan a los modos de nuestra sociedad, y muy específicamente a la tecnología: la televisión, Internet y los teléfonos móviles son para algunos los demonios que han de llevarnos a la perdición idiomática, al caos lingüístico, a una Sodoma y Gomorra donde la gramática degenera, la ortografía se pervierte y el vicio lingüístico se ha de tener por virtud. No puedo estar menos de acuerdo con tales argumentos, al menos en su versión maximalista y generalizadora, pero no venían estas reflexiones a eso.

La cuestión que me estaba planteando es ¿es realmente útil la enseñanza de la lengua?, o, con mayor concreción, ¿sirve el aprendizaje de las normas gramaticales, sintácticas y ortográficas para corregir y mejorar el manejo del idioma propio?

Permítanme traer algunas reflexiones ajenas sobre el particular:
“La gramática no sirve para enseñar a hablar y escribir correctamente la lengua propia, lo mismo que el estudio de la fisiología y de la acústica no enseñan a bailar, o que la mecánica no enseña a montar en bicicleta. Esto es de tal vulgaridad que avergüenza tener que escribirlo una y otra vez”, decía Américo Castro en “Lengua, enseñanza y literatura” en 1924.

No menos contundente fue el académico Alarcos Llorach cuando en 1997 se manifestaba así:
“A los niños hay que darles ciertas píldoras gramaticales –que puedan distinguir más o menos entre un sustantivo, un adjetivo y un verbo–, pero no abrumarles con más complicaciones y análisis, porque no los entienden. Hasta los 14 años, nadie reflexiona sobre la lengua que habla, y enseñar la teoría gramatical es inútil. Ya lo decía Rafael Lapesa refiriéndose a los árboles sintácticos de la gramática generativa: ‘Escobones, eso más que árboles parecen escobones’”.
“En vez de tanto análisis sintáctico, la escuela debería centrarse en la práctica de la lengua: leer, hablar y escribir bajo tutela y corrección. De la carencia de esa enseñanza práctica se deriva la general pobreza en el uso del lenguaje: la falta de claridad, la incapacidad para decir exactamente lo que uno quiere decir”.

Quiero, en este punto, volver a llamar la atención sobre la forma en que he planteado la pregunta:
En primer lugar me refiero a la lengua propia, no al aprendizaje de una lengua extranjera que normalmente se imparte en un entorno casi de laboratorio, protegido del ambiente cotidiano. Hay que recordar que cuando un niño comienza su etapa escolar ya domina su idioma materno con asombrosa perfección: frases completas y bien estructuradas, uso correcto de coordinación de género y número, muy aceptable empleo de formas y flexiones verbales, participios irregulares, preposiciones, adverbios y determinantes. Y eso siendo aún analfabeto. Enseñarle a hablar es como enseñarle a respirar.

Pero además distingo entre lo que puede llegar a abarcar la enseñanza de la Lengua en el sentido más amplio y lo que es la impartición del conocimiento normativo, en especial el gramatical. Pues, pese a la prolija referencia curricular a objetivos de capacidad de expresión oral y escrita y comprensión lectora, seamos sinceros, ¿qué cantidad de energía pedagógica se emplea en las aulas para ejercitar el dominio práctico y cotidiano de la lengua frente a la empleada en dictar sobre estructuras, componentes y otros aspectos de la teoría lingüística? Y a resultas de esto ¿cuánto peso en evaluación aporta la impresión subjetiva de cómo el alumno se expresa frente al fácilmente objetivable conocimiento de taxonomía de complementos, identificación de partículas, derivación, declinación verbal y demás zarandajas de libro?

Reitero que mi percepción del sistema es externa al mismo, pero no me tranquilizan algunas opiniones de profesionales que bregan cotidianamente con este aspecto de la enseñanza, y que suenan así:
Tenemos la impresión de que los esfuerzos de las sucesivas autoridades administrativas por renovar los enfoques metodológicos de la enseñanza de la Gramática han venido chocando frontalmente con la obsesión por gramatiquear –tan frecuente todavía en las aulas–, que ha terminado por convertir el estudio teórico de la Gramática en la única vía para acceder al conocimiento de la Lengua, anteponiéndolo al aprendizaje práctico de ésta. Y es ese aprendizaje práctico de la Lengua, en cambio, el que debe prevalecer, con preferencia al estudio teórico de la Gramática, de muy dudosa utilidad y de difícil asimilación por los escolares. (Fernando Carratalá, Febrero de 2002)

En los años correspondientes a la Primaria, el juego lingüístico y literario, la manipulación de enunciados, la resolución de problemas lingüísticos interesantes, la actividad metalingüística intensa aunque poco formalizada… todo ello ha de constituir la base para un posterior interés de los alumnos por los aspectos más formales de la lengua. Felipe Zayas “efezeta”, Febrero de 2006

Y no crean que reflejo aquí una inquietud que ataña solo a los educadores de lengua en el estado español, que en todas partes cuecen habas… o frijoles:
Al examinar el problema de la falta de capacidad de los alumnos en el dominio de la lengua nacional, se han señalado diversas causas: No es fácil hablar y escribir correctamente el español por su excesiva reglamentación gramatical. A ello se sumaron los programas de estudio metafísicos que se impusieron durante 20 años en la educación básica y el criterio equivocado sobre la gramática: Se ha pensado que la enseñanza de la gramática sirve para escribir y hablar con propiedad. Vicente Oria Razo (México), Mayo de 2009

Ante los cambios percibidos en la escuela y en la práctica estudiantil nos preguntamos: ¿Cómo se entiende la enseñanza de la Gramática Normativa en estos momentos?, ¿Es lo mismo enseñar lengua o enseñar lengua basada en la Gramática Normativa?, ¿Cuál es la tarea del docente y cuál la asignada a los estudiantes?, y ¿Cómo se podría trabajar la gramática en la escuela de hoy con tantas deficiencias de aplicación de las normas de uso?_José Daniel Martínez (Rep. Dominicana), Agosto de 2008

No pretendo, ni de lejos, poner por inane la formación en las reglas gramaticales, necesaria aunque solo fuera por dar a conocer a los educandos que, aunque el habla es intuitiva, no lo hacemos a tontas ni a locas, sino dentro de una estructura formal, y que la trasgresión a esta implica riesgo de pérdida de la función comunicativa. En este sentido cedo también la voz a quien defiende la perentoriedad de esta disciplina:
La experiencia docente demuestra que una práctica adecuada de las actividades de comprensión y producción textual, sobre todo escrita, no es aislable del conocimiento eficaz de la gramática, que requiere sus tiempos, sus ritmos y una planificación minuciosa. […] No comparto la fe en esa especie de correlación que a veces se establece entre el exceso de aprendizaje de conocimientos gramaticales y el déficit de la formación en las competencias lingüísticas fundamentales. Mi experiencia como docente es más bien la contraria: los alumnos (que casi siempre son alumnas) con mayor competencia en la comprensión lectora y en la producción verbal son los que más aprecian la formación gramatical y disfrutan con ella. Eduardo Larequi, Febrero de 2006

Pero sí tengo, para mí, que emplear la doctrina gramatical como eje de la enseñanza de la lengua y no como apoyo al conocimiento del lenguaje como herramienta básica de comunicación entre humanos produce el mismo resultado que enseñar en pizarra técnicas de lucha sin atender al ejercicio físico que robustezca la musculatura e incremente el dominio corporal del discípulo.

Ante este estado de cosas ¿qué soluciones pueden emplearse? Bueno, es fácil: basta con ponerle un cascabel al gato. Y disculpen la guasa, pero concedo que ni tengo cascabel que aportar ni, de tenerlo, sabría cómo enlazarlo al cuello de este felino problema.

Para empezar, el idioma es un fluido: si tratas de asirlo con las manos se escurrirá entre tus dedos; no hablemos ya de intentar atornillarlo al cráneo de un zagal. No existen técnicas didácticas estructuradas que permitan adquirir destrezas idiomáticas, salvo la conversación y la lectura continuada: el habla es, ante todo, un proceso imitativo, y sin ejemplo ni práctica no hay progreso posible; pero convertir las clases en peripatéticas sesiones de discurso o diálogo es, cuando menos, arriesgado, a tenor de la natural inmadurez del alumnado; y, respecto del forzamiento a la lectura, hay que hacerlo con un tiento exquisito, porque la reacción más previsible es el completo rechazo a la literatura nada más liberarse de la disciplina académica.

Y, por otro lado, los alumnos asumen, no del todo erróneamente, que su objetivo escolar se ha de ceñir a memorizar conceptos y términos cuya aplicación a lo cotidiano, a la vida real y posteriormente al entorno laboral, es poco menos que vano: nadie en su sano juicio se plantea mientras habla si en su conversación emplea la voz pasiva, el modo subjuntivo o un complemento predicativo del complemento directo. De hecho ni siquiera lo hacemos los que hemos perdido el juicio.

Para terminarlo de rematar, lengua y literatura es una de esas asignaturas ominosas, odiada y temida casi tanto como las matemáticas pero que además, y a diferencia de estas, no parece presentar un especial interés para los padres que no ven en ella ningún futuro profesional-económico rentable.

Quedo, en definitiva, sin aportar soluciones prácticas, tarea que tampoco me compete ni desde aquí tendría mayor eco. Debo suponer que las mismas han de emanar de las administraciones, en forma razonada, coherente y eficaz, contando con la profesionalidad de los docentes y la imprescindible implicación de las familias y el entorno social de los chicos (y en este sentido me comprometo a poner de mi parte, que ya lo hago a hurtadillas).

Con cierta sensación de impotencia, de nuevo la opinión de Eduardo Larequi me sirve ahora de conclusión:
El docente que sea capaz de poner en práctica un programa eficaz y coherente de formación gramatical, insertado de forma lógica y sin fisuras en las actividades de comprensión y producción textual, y adecuadamente graduado al discurrir de estas últimas, se merece un monumento (o al menos un aumento de sueldo). Es, quizás, el desafío más arduo de nuestra labor didáctica, y merecería todo el reconocimiento que los compañeros, y las administraciones educativas junto a ellos, pudieran darle.


libro interesante respecto de lo gartuito en internet

http://www.scribd.com/doc/17135767/FREE-by-Chris-Anderson